jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo 1 :)

(Andrea)

Sigo sumergida en mis sueños, enrollada en las sábanas, con la sonrisilla tonta dibujada en la cara, todo perfecto, hasta que de repente..un impulso de mi subconsciente me llama y yo, bruscamente ¡me levanto de golpe! Me despierto definitivamente y enciendo la luz, algo me lleva a mirar la hora en mi reloj y...¡Mierda, mierda, mierda, mierda! ¡Ya casi es la hora! ¿Cómo me he podido quedar dormida? ¡¡Pero si yo había puesto la alarma...!! Me apresuro a ver mi móvil, ¡Mierda! ¡Se me a bloqueado! Genial, lo que faltaba, ahora aparte de llegar tarde ¡me voy a quedar sin móvil! Pero ahora eso es lo de menos, de lo que me tengo que preocupar en este momento es de llegar a tiempo porque si no...!!
Cojo lo primero que pillo del armario, que, ya que hoy hace calor, acaba siendo una camiseta manga corta ancha, de color blanco y con letras en marrón oscuro, mis shorts vaqueros,que tanto me gustan, de color azul, contrastado con tonos amarillentos,desgastados y con los bordes desilachados, sin olvidarme de las deportivas, de exactamente el mismo color que las letras de la camiseta. Me arreglo en un tiempo récord y me voy corriendo, como si no hubiese un mañana hasta el isnti. Hoy es Lunes, comienzo otra semana más y aunque no me apetezca nada de nada volver a pisar mi cárcel estudiantil, es vital para mi porque...porque sí. Que no pienso dejar que me caiga ninguna asignatura, y por eso..tengo que ir.

Por fin llego hasta el insti, estoy agotada y para colmo la gente me mira como si estuviera loca... ¿Qué pasa? ¿Que nunca han visto a nadie correr como si le fuera la vida en ello solo para llegar hasta el instituto...?

Bueno, se que aún me están mirando con cara de espanto esas tres señoras de la esquina del bar aquel y me da igual, por lo menos he llegado hasta la puerta y menos mal que aún no han entrado. Genial! Si esque cuando quiero soy rápida y todo.
Entro por la puerta principal e intento disimular mi cansancio después de haberme quedado dormida, perder el metro y tener que venir corriendo en menos de cinco minutos hasta llegar a donde estoy ahora, pero lógicamente es imposible disimularlo. Igualmente me acerco a las escaleras, donde veo a Cris y a Laura, que no me quitan el ojo de encima mientras comentan sobre algo.

-¡¿Pero dónde te habías metido?!-. Me acaban diciendo las dos a la vez, como si estuvieran cincronizadas, de verdad que hay veces que me asustan...

-Gracias por saludar. Hola ehh.-. Ya empiezan a interrogarme y ni me saludan, pues bien clarito se lo he dejado.

-Pobre chica..¡¡Que solo falta que la apedréis!!-. Me giro, detrás mía estaba Pablo, otro de mis grandes amigos y compañero de locuras.

-¿''Apedréis''? ¿Desde cuando la palabra ''apedréis''? ¿Eso existe?-. Dice Cris con una amplia sonrisa de oreja a oreja dibujada a la perfección en su dulce cara inocente.

-Pues...si....supongo...-. Dice al instante Pablo, respondiéndole con la misma sonrisa y rascándose con la mano derecha la nuca. Mientras tanto, Laura se ríe a carcajada limpia.

-¡Pues claro! del verbo apedrear...si esque...-. Se me ocurre unirme y seguirles el juego. Ellos siguen con la tontería y acabamos los cuatro riéndonos de las paridas que hemos sacado de un simple ''apedréis''. Pero no tardan en sacar otra vez el tema del principio, y no me queda otro remedio que contarle a mis tontunos lo que me ha pasado y a la vez aguantar sus carcajadas y sus bromas sobre eso... Sí, son un poco cabrones cuando quieren.

Pasa un buen rato y acabamos los cuatro en silencio, los cuatro sentados en las escaleras, mirando fijamente hacia un lugar, yo, estoy mirando el suelo, y sinceramente, se respira cierto nerviosismo, lo cual no se el porqué, y supongo que cada uno por una cosa personal y diferente.

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